Al ingresar a los tópicos se requiere saber el nivel de conocimiento que se posee acerca del propio pensamiento lógico, por lo que se inicia con una interrogante: ¿qué procesos de la educación formal e informal me han permitido desarrollar las estructuras lógicas que aplico en mi vida?, de esta forma se emprende un proceso de reflexión sobre los conocimientos en esta área, cómo ha llegado a conocer esto, dónde, quién o qué ha intervenido en dichos procesos. De esta manera se emprende un camino por hallar las posibles soluciones a la pregunta planteada.
Al principio fue un poco difícil encontrar la respuesta a la pregunta, ya que se requería realizar un escaneo de lo vivido durante la vida, así como determinar las diferencias entre educación formal e informal, sin embargo al recordar se logra responder la pregunta.
Al plantear la pregunta y sobre todo al buscar la solución se topa con la interrogante de encontrar las diferencias entre educación formal e informal y la influencia que han tenido en el pensamiento lógico logrado hasta hoy.
Conclusión:
Es importante reconocer que la interrogante genera un espacio de reflexión y análisis que permite realizar un auto diagnóstico de la forma en que se concibe el pensamiento lógico y qué nivel se tiene del mismo así como la influencia en la vida diaria.
Al contestar la cuestión un genera un ambiente autoconocimiento acerca de cómo influye el pensamiento lógico en la cotidianeidad, ya que este tiene que ver con todas las actividades humanas, desde las más sencillas como lavarse los dientes hasta otras más complejas como desarrollar proyectos de la universidad o resolver problemas matemáticos.